Guía de prevención auditiva

Recientemente estuve preparando unas charlas en un cole de Segovia, sobre el cuidado auditivo. Afortunadamente, y debido a los contactos que disponemos, pude entablar conversación con el Presidente de la Asociación de Acúfenos de Francia, Jacques Foenkinos. En primer lugar agradecer su entera disposición a mantener una conversación entre el francés y el español. En dicha conversación me manifestó la enorme preocupación que hay en el país vecino sobre el cuidado auditivo en los más pequeños. De tal forma, que según algunos estudios que habían desarollado en diferentes colegios de Francia, habían comprobado, que al menos 3 niños de una clase de 25 alumnos, en edades menores de 12 años, presentaban constantemente acúfenos o tinnitus de forma constante, y al menos, otros 5 de estos niños, lo ha sufrido alguna vez en su vida. Esto nos lleva a la conclusión que algo malo estamos haciendo. Pero, ¿el qué?

Lo primero es conocer las causas de este tipo de molestias que sufren estos niños. Tenemos que reconocer que estamos expuestos, todos, desde los más pequeños a los más mayores a grandes intensidades de ruidos constantemente. Esto nos lleva a sufrir mucho estrés auditivo. Ruidos en la calle, altos decibelios con cascos y auriculares…. por eso tenemos que tener especial cuidado: ¡Cuidado, los sonidos no cuadran! Cada vez que el nivel aumenta en 3 dB, el nivel de sonido se multiplica por 2.

 

EL RUIDO PUEDE TENER REPERCUSIONES EN LA SALUD, así el exceso de ruido puede conllevar a las siguientes situaciones:

– Desórdenes visuales: Retraso en la percepción de colores y reducción de campo visual

– Pérdida de memoria, fatiga, irritabilidad, Tinitus, sordera transitoria

– Aumento cardiaco y tensión arterial

– Desórdenes del sueño

– Estrés físico: calambres, espasmos….

 

Todo esto, nos lleva a una conclusión rápida, estamos provocando que las próximas generaciones sufran de trastornos auditivos y que cada vez más existan más secuelas físicas y cognitivas provocadas por este tipo de situaciones. Os animo a todos a que hagáis revisiones de audición, no sólo a aquellas personas mayores de 55 años, si no a toda la población susceptible de sufrir grandes problemas auditivos provocados por edad, genética, uso de fármacos, lesiones o enfermedades del oído y como no, a aquellas personas que están expuestos a grandes intensidades de ruído.

No Comments

Post A Comment