MIOPÍA Y CRECIMIENTO EN NIÑOS
La miopía es un problema visual común que afecta a muchas personas en todo el mundo. En este artículo, nos centraremos en la miopía y en las diferentes soluciones para su control. La miopía se caracteriza por la visión borrosa en distancias lejanas, ya que la imagen de los objetos se enfoca antes de la retina debido a diferentes factores como el tamaño axial del ojo o una mayor curvatura corneal o cristaliniana.
Es importante destacar que la prevalencia de la miopía está aumentando significativamente en todo el mundo. Estudios recientes estiman que para el año 2050, aproximadamente el 50% de la población mundial será miope. Especialmente en España, se estima que 1 de cada 5 niños presenta miopía.
La miopía no solo afecta la calidad de vida visual de las personas, sino que también se asocia con posibles complicaciones a largo plazo, como el riesgo de desarrollar enfermedades oculares más graves, como la degeneración macular o el desprendimiento de retina. Por esta razón, es esencial tomar medidas para controlar su progresión, especialmente en los niños, ya que su visión sigue desarrollándose.
Se ha observado que el uso prolongado de dispositivos electrónicos, pasar largos períodos de tiempo en actividades de visión cercana, la falta de tiempo al aire libre y la exposición insuficiente a la luz solar pueden contribuir al desarrollo de la miopía, especialmente en niños. Esta tendencia se ha observado en países asiáticos, donde se considera un problema visual generalizado.
Para controlar la progresión de la miopía en los niños, existen diferentes soluciones efectivas que han demostrado ser beneficiosas:
1. Tratamiento farmacológico: El uso de atropina ha demostrado su eficacia en la reducción de la progresión miópica. Este medicamento se administra en forma de gotas para los ojos y actúa bloqueando los receptores que regulan el crecimiento del ojo. Se ha observado que el tratamiento con atropina puede reducir la progresión de la miopía en un 50%. Es importante destacar que este tratamiento debe ser supervisado por un profesional de la salud visual.
2. Lentes de contacto de control miópico: Existen técnicas como la ortoqueratología, donde se utilizan lentes de contacto permeables al gas que se adaptan a la curvatura ocular y moldean la córnea durante la noche. Esto permite una visión clara durante el día y ayuda a ralentizar la progresión de la miopía. También se pueden utilizar lentes de contacto diarias diseñad
as específicamente para provocar un desenfoque periférico en la retina, lo que ralentiza el crecimiento axial del ojo.
3. Lentes oftálmicas: El uso de lentes oftálmicas en gafas para el control de la miopía ha ganado popularidad en los últimos años. Estas lentes tienen un mecanismo similar al de las lentes de contacto diarias blandas, creando un desenfoque periférico en la retina que reduce el crecimiento axial del ojo. Además, las lentes oftálmicas ofrecen la ventaja de ser más cómodas y fáciles de usar, especialmente para los niños.
Cada paciente es único
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